LyD pide al gobierno no embarcarse en una nueva reforma tributaria para compensar caídas en los ingresos fiscales

La estrecha situación fiscal, con un déficit efectivo que este año ascenderá al 8% del PIB, un récord desde inicios de la década de los 70 y un gasto público que se expandirá más de 10% para hacer frente a la emergencia sanitaria, ha puesto sobre la mesa para algunos parlamentarios de la oposición la necesidad de volver a embarcarse en una reforma tributaria.

Esto, luego de que recién en enero el Congreso despachara el proyecto que moderniza el sistema impositivo, que en régimen implicará nuevos ingresos fiscales por más de US$ 2.000 millones a través de nuevos tributos -como al patrimonio inmobiliario- y aumentos de otros, como la tasa máxima para los ingresos personales.

Sin embargo, en el instituto Libertad y Desarrollo (LyD) no ven con buenos ojos echar mano a nuevos impuestos para solventar las necesidades de gasto fiscal, sino más bien apuntan a aumentar la eficiencia del erario público.

En un informe, denominado "Finanzas públicas... ¿y después qué?", la economista senior del think tank, Macarena García, propone una serie de medidas para hacer frente a la estrechez de recursos para el Fisco.

"Aun cuando el Fisco chileno cuenta con acceso a financiamiento para cubrir estas necesidades, una vez superada esta crisis las finanzas públicas quedarán muy debilitadas. Por tanto, surge la inquietud respecto de cómo volver a acumular los recursos necesarios de forma de tener suficientes para afrontar nuevos imprevistos de gran magnitud. Ya se escuchan voces señalando que la única forma sería a través de un alza transitoria de impuestos, lo cual sería contradictorio con la necesidad de volver a retomar con fuerza el crecimiento económico", asegura la experta.

En concreto, apunta a seis áreas para impulsar un mayor crecimiento y aumentar la recaudación tributaria: primero, racionalizar la estructura tributaria, "simplificándola e incentivando a la formalización del sector informal". segundo, "sacar de la discusión posibles alzas a los impuestos; tercero, establecer "garantías mínimas" respecto a la institucionalidad económica en el debate constitucional; cuarto, resolver la "crisis de violencia" en el país derivada del 18 de octubre del 2019; quinto, "flexibilizar" el mercado laboral, principalmente respecto de la jornada y "fomentar" el teletrabajo"; y por último, incentivar la entrada de la mujer al trabajo, por ejemplo, a través de la sala cuna.

García pone el foco en las medidas de revisión de la eficiencia del gasto público, en línea con lo que ha trabajado el Ministerio de Hacienda y la comisión asesora presidencial en la materia, asegurando que el Fisco debe evaluar "qué tan adecuado es cada gasto en términos del beneficio que genera, del costo que implica, de si no está duplicado con otros gastos, y de si todavía se justifica de cara a las nuevas prioridades que tiene la sociedad".

También, enfatiza que si se redujera la tasa de evasión del IVA desde el 20% actual a una cifra en torno al promedio de la OCDE podrían ingresar más de US$ 3.000 millones a las arcas públicas.

La hoja de ruta

El Gobierno tiene pendiente la convocatoria a una comisión de expertos que tendrá dos fines: revisar el conjunto de las exenciones del sistema impositivo -que ascienden a más de US$ 9.000 millones por año-, de cara a eliminar algunas que no se justifiquen; y establecer una "hoja de ruta" para diseñar el nuevo sistema impositivo a futuro, con un aumento de la carga fiscal en la medida en que aumente el crecimiento del Producto.

García se muestra partidaria de que se supediten los mayores ingresos públicos a una recuperación del crecimiento económico.

"Hace poco el ministro de Hacienda anunció que no habrá una nueva reforma tributaria en este gobierno, sino que solo examinará el sistema actual. Otra cosa muy distinta es que los ingresos fiscales aumenten debido al crecimiento de la economía. Esta fuente es la que proponemos como más adecuada, ya que no implica aumentar las distorsiones de la economía ni incrementar los costos al sector privado, el cual ya está bastante debilitado", aseguró.