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Impuesto al patrimonio sigue sin convencer en el mundo de los economistas

En seminario organizado por Clapes UC, los exministros Larraín y Valdés coincidieron en que es “poco creíble” que el cambio a un tributo sea transitorio. Claudia Sanhueza destacó necesidad de mejorar recaudación.

Por: R. Carrasco y M. José de la Barra | Publicado: Jueves 1 de octubre de 2020 a las 17:00 hrs.
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Nuevamente la baja recaudación de un eventual impuesto al patrimonio -avalada por la experiencia internacional-, así como la dificultad de que se pueda aplicar por sola una vez, fueron las principales críticas que se escucharon hoy en el debate sobre la materia que organizó Clapes.

El encuentro, que reunió a los exministros de Hacienda, Felipe Larraín y Rodrigo Valdés, así como a la economista Claudia Sanhueza y a la directora ejecutiva del Observatorio del Gasto Fiscal, Jeannette von Wolfersdorff, se abocó a analizar los alcances del proyecto de un sector de la oposición que discute el Congreso, el cual grava por única vez con un tributo de 2,5% a los patrimonios de personas naturales iguales o superiores a US$ 22 millones. ¿El objetivo? Financiar una renta básica de emergencia.

Junto con destacar que la iniciativa vulnera la institucionalidad, pues solo el Presidente de la República puede impulsar un cambio tributario, Larraín destacó que no es un buen momento para su aplicación. "Este año la economía chilena va a caer del orden del 5%" y "hay solo tres países de la OCDE que tienen este impuesto y nueve de los doce países que lo implementaron lo derogaron", argumentó.

Y aludiendo que se plantea que Chile podría obtener recursos equivalentes a 0,9% del PIB con esta herramienta, precisó que Noruega llega al 0,5% y Holanda el 0,2%. "No se ve que Chile pueda recaudar casi el doble de lo que hace Noruega", afirmó el actual profesor titular UC y miembro del comité ejecutivo de Clapes UC.

Además, advirtió que la "promesa de un impuesto transitorio es poco creíble, más bien es probable que esta sea una medida que se estime de tipo permanente; y eso sí tiene un efecto muy importante sobre las variables económicas".

Valdés también consideró que la idea de que "sea por única vez no es creíble, ya lo vimos con el retiro del 10%".

Y si bien comparte el argumento de que no recauda mucho ni es la solución "estrella como parece deducirse del proyecto que se discute en la Cámara de Diputados", el académico de la Escuela de Gobierno UC dijo que "puede ser parte de la caja de herramientas. Evaluémoslo junto con otras herramientas, porque hay que pensar que sí tenemos que recaudar más, qué otra base cambiamos o tasa ampliamos".

De todas formas, planteó que "en el mundo lo que predomina son los impuestos al ingreso y que sea a la riqueza bruta, es bien bruto".

A su juicio, "la batalla a una mejor distribución del ingreso se gana en transferencias, no con impuestos".

Un matiz hizo Sanhueza, quien aseguró que "el impuesto a la riqueza aumenta levemente la recaudación dependiendo de cómo se diseñe y de la evasión. Nosotros estimamos hace unos años que un impuesto de 2% a la riqueza mayor a US$ 5 millones, recaudaría 2,5% del PIB con un 60% de evasión".

En relación con los incentivos a no pagarlo, la economista señaló que "es muy distinto si la medida es algo transitorio o permanente. El hecho de hacerlo transitorio mejora de alguna manera los problemas de evasión".

Lo anterior lo planteó en un contexto donde enfatizó que la recaudación fiscal de Chile es bastante menor al promedio de la OCDE: 21% contra 34%. "Eso hace que también nuestro gasto público sea bajo", afirmó.

A su turno, Von Wolfersdorff indicó que el proyecto de impuesto al patrimonio se basa en la excesiva desigualdad, pero no busca enfrentarla, sino que pretende financiar un apoyo económico de corto plazo para las personas más vulnerables. "Es una herramienta descartada en el plano internacional, no recaudó lo que prometió, es compleja de calcular y puede llevar a fuga de capitales", expuso.

Ante ello, reiteró su idea de crear una comisión de justicia económica para revisar el funcionamiento del mercado y las razones del porqué no permiten movilidad social. Y, además, propuso crear un fondo de capital ciudadano, que afirmó podría inspirarse en la estructura actual de los fondos soberanos. Una primera capitalización, dijo, podría ser a través de un aporte único que podría calcularse sobre la misma base de las patentes municipales. Si los más de dos millones de contribuyentes en esta categoría pagaran este aporte, en 2021 se recaudaría algo más de US$ 1.000 millones y se podría pensar en un tramo más progresivo. Este aporte único podría sumarse a uno del Estado para partir con capitalización de US$ 2.000 millones.

"No es una vara mágica, pero sí la creación de un capital básico universal para la ciudadanía. Suponiendo rentabilidad de 3% sobre este capital, se podría pagar algo como $ 400 mil mensuales para diez mil personas más vulnerables para partir. Sumado a una estrategia de inversión", subrayó la directora del Observatorio Fiscal.

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