¿Hacia un nuevo Chile? Expertos asumen alza en migración y llaman a que el Estado defina su rol
Creen que a pesar del escenario de desaceleración y una mayor estrechez en el empleo, hay espacio para recibir extranjeros.
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Actualmente, un 2,3% de la población chilena es migrante. La cifra es baja si se compara al 13% que promedian los países OCDE, pero los expertos pronostican que el porcentaje experimentará un aumento importante en los próximos años.
La tasa de crecimiento demográfico en el país es de 1% anual mientras que los migrantes aumentan 7%, ritmo que de mantenerse llevará a que en 2040 los migrantes representen alrededor del 13% del total de la población, semejante al promedio de la Unión Europea y de la misma OCDE.
Otra muestra de que la composición de la población chilena está cambiando son los nacimientos. Hoy, el 6% de ellos evidencia al menos un progenitor extranjero y crecen a una tasa anual cercana al 11,5%. Si esa velocidad se mantiene, en el 2040 los nacimientos de este tipo serán superiores que los de ambos padres chilenos, como pronostica el doctor en Ciencias Sociales, Lorenzo Agar.
Este y otros resultados se analizaron en el seminario “¿Qué sabemos de los chilenos?”, organizado por la Asociación Nacional de Avisadores (ANDA) y que se concentró en “los nuevos chilenos”, el fenómeno de la inmigración y sus desafíos, que contó con la participación de académicos, empresarios y autoridades los que coincidieron en que el proceso migratorio es indetenible y Chile debe adaptar sus políticas públicas para hacer frente a dicho fenómeno.
Enfrentando el fenómeno
“La migración no es un anhelo o una aspiración, es una realidad”, planteó el jefe nacional de Extranjería y Migración, Rodrigo Sandoval, quien recordó que el gobierno está trabajando en un proyecto para cambiar la actual ley de migración, la cual dijo ingresará al Congreso este año.
Según el directivo, no es que Chile carezca de una política de migración sino que tiene una pero es “pésima” y no permite enfrentarla, gestionarla y aprovecharla adecuadamente; de ahí la importancia de una pronta reforma.
Estos cambios a la ley adquieren vital importancia teniendo en cuenta el aumento que se espera para los inmigrantes para los próximos años.
El abogado y ex ministro de Relaciones Exteriores, Hernán Errázuriz, señaló que las principales razones para que Chile siga atrayendo gente -especialmente dentro de la región-, es que la diferencia de los salarios sigue siendo sustantiva y también por la seguridad que ofrece nuestro país.
“Esto implica una definición del rol del Estado en la regulación de la migración a través de definiciones, por ejemplo, en los requisitos de la entrega de visas de residencia”, planteó el doctor Lorenzo Agar.
El consul general del Perú, Alejandro Riveros, recomendó hacer cambios en las políticas públicas de natalidad, ya que la tasa de nacimientos en Chile es de 1,8% similar a la de países desarrollados, nivel que está por debajo de del 2,1% necesario para mantener una población activa y asegurar el futuro del país, “lo que podría influir directamente en el bienestar del país y las futuras generaciones”.
IMPACTO EN EL CRECIMIENTO Y EMPLEO
El menor ritmo de la economía impone desafíos a la migración, principalmente por el efecto en el empleo. Así lo manifestó el ex ministro del Interior, Francisco Vidal, quien planteó que en un escenario de desaceleración se puede empezar a ver al nuevo chileno como una "amenaza" al lugar de trabajo, lo que espera no ocurra. El presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, se mostró optimista frente al escenario furturo, ya que confía en que se retomará con rapidez un crecimiento importante, lo que requerirá generar más empleo.
"Necesitamos que vengan personas a colaborar, a consumir. Esta gente viene a ayudarnos a que sigamos siendo un país con potencia", agregó.
El representante de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM), Jaime Esponda, añadió: "La mayoría de los migrantes se contituyen en agentes que contribuyen positivamente a los procesos de desarrollo económico, social y cultural. Además, está comprobado que la naturaleza hostil de contextos de acogida no disminuye la inmigración".