Punto de partida

Hernán Hochschild, director de Tenemos que Hablar de Chile: “Necesitamos generar procesos de escucha y encuentro”

El ingeniero comercial participó del cuarto capítulo de Punto de Partida, una serie de conversaciones con los protagonistas del mundo del emprendimiento.

Por: Mateo Navas | Publicado: Sábado 24 de octubre de 2020 a las 21:00 hrs.
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Ha sido un año intenso pero muy aprovechado para Hernán Hochschild, el cerebro detrás de la instancia de diálogos ciudadanos llamada “Tenemos que Hablar de Chile”, la cual en los últimos meses ha experimentado un éxito inesperado. Lo que fue en un comienzo un tímido proyecto de la Universidad Católica y la Universidad de Chile, ahora se ha convertido en una instancia apoyada por más de cincuenta organizaciones de la sociedad civil y decenas de instituciones educacionales a lo largo del país.

Hochschild, ingeniero comercial y licenciado en Filosofía de la PUC, es el Director Ejecutivo de este espacio. El fin de semana pasado, organizaron el  “Tenemos que Hablar de Chile Fest”, que contó con la participación de personajes como Sol Serrano (historiadora), Maisa Rojas (climatóloga), Cass Sunstein (abogado norteamericano), Rodrigo Jordan (empresario) y Tamara Acosta (actriz). El evento, que cerró con Gepe, tuvo más de 80 mil espectadores entre todas las plataformas.

Según Hochschild, una instancia como Tenemos que Hablar de Chile encajó con la sociedad chilena porque actualmente existe “la necesidad de generar procesos de escucha y de encuentro para entender y responder mejor lo que estamos viviendo”.

El objetivo de estas conversaciones y consultas ciudadanas, acorde a Hochschild, es entender las necesidades, preocupaciones y los sueños del país. Una vez que tengan suficiente contenido, la organización sistematizará los resultados y entregarán una hoja de ruta que funcionará como guía para identificar el Chile ideal para los próximos diez años.  

El ingeniero comercial  –que tiene un master en Filosofía de las Ciencias Sociales en el London School of Economics– enfatiza en la necesidad de generar espacios de diálogo entre todos los chilenos, donde se asegure el respeto por la diversidad. “Tenemos que Hablar de Chile es una mesa redonda: al centro de ella están los grandes desafíos del país y cada uno de los participantes lo ve desde un punto de vista diferente. Y nosotros invitamos a gente muy diversa a sentarse en esa mesa y mirar a ese Chile y preguntarnos qué cosas hay que cambiar y qué hay que conservar”.

El pasado Tenemos que Hablar de Chile Fest se realizó un día antes del aniversario del 18 de octubre, donde Santiago y varias ciudades del país fueron testigos de manifestaciones ciudadanas y episodios de violencia.

Ante esto, Hochschild asegura que los espacios de conversaciones que él organiza son un mundo “paralelo” que forma parte de la contingencia. Sin embargo, reflexiona: “La pregunta de fondo es si este mundo paralelo es el mundo real o finalmente este mundo real es el de la tensión, de la violencia y de la polarización que estamos viendo. Y yo diría que con este año de experiencia, ese mundo real es un Chile que ve las diferencias, comparte el diálogo y abraza la complementariedad de ideas como el camino para resolver los grandes desafíos que tenemos”.

Para el ingeniero comercial –que fue Director Ejecutivo de la Fundación Elige Educar por 8 años– Chile tiene que dar un paso más allá para resolver los próximos desafíos que se tienen por delante.  “Cuando un país se mueve solo por los promedios termina siendo un país promedio. Cuando un país es capaz de entenderse en las diferencias, en las diversidades, es capaz de integrar mejores respuestas que nos hacen avanzar y mejorar significativamente”, cuenta.

Aparte de su labor social, Hernán Hochschild tiene presencia en el mundo emprendedor. De hecho, hace siete años co-fundó Kyklos, una empresa B que se preocupa de implementar programas de educación ambiental y reciclaje en distintos recintos educacionales. Su objetivo es claro: transformar a Chile en un país cero basura al 2040. Lo que partió como un pequeño proyecto se convirtió en una compañía de más de 50 profesionales.

Acorde a su análisis, su background de emprendedor le ayudó a poder construir las bases del proyecto de Tenemos que Hablar de Chile. “Los que estamos en el mundo del emprendimiento sabemos que muchas veces los diferentes puntos de vista son la mayor riqueza que tenemos para generar un valor integral en la sociedad, en el medioambiente y en lo económico”, confirma.

“El diálogo es una de las herramientas del emprendimiento más poderosas porque nos permite acelerar procesos de aprendizaje, y en la medida que más rápido entendamos que nos estamos equivocando o que hay algo mejor que podamos hacer, más disposición al cambio tenemos”, concluye Hochschild.

 

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