Plumas x plumas

El cara a cara entre Jeannette von Wolfersdorff y Christoph Schiess: "Así como lo hace con el mercado, a mí también me desafía"

Ambos profesionales con experiencia en el mundo de la economía y negocios, hablan de emprendimiento, de cómo hacer mejores empresas -más sustentables-, y del rol que juega cada uno.

Por: María José López | Publicado: Domingo 9 de agosto de 2020 a las 04:00 hrs.
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No fue fácil convencer a Christoph Schiess y a Jeannette von Wolfersdorff dar esta entrevista. "Veamos qué dice Jeannette", explicaba él. Finalmente accedieron. Y para ponernos de acuerdo en algunas cosas –como los requerimientos de cuidado por el Covid-19 y asegurarnos del distanciamiento adecuado– armaron un chat, al que ellos bautizaron "DFMAS", con un emoticón de corazón y otro de la bandera de Chile. "Es eso precisamente lo que nos mueve a dar esta entrevista juntos: el amor por Chile, por el emprendimiento y por hacer de este un mejor país", señala el presidente de Tánica, de IGneous y Endeavor. Es la primera vez que hablan juntos, como dupla, a la prensa. Y la primera que lo hacen desde su casa.

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Hacerse cargo

A las 11:30 am del viernes, Christoph Schiess aparece por el portón de su hogar.
Saluda amablemente y, mientras lo hace, presenta a Oreo y Yuya, las dos alpacas que viven con ellos hace dos años. "Las trajimos de Panguipulli. Son una maravilla", asegura mientras les hace cariño en el pelo de su cuello.

Una vez dentro, cuentan que por coincidencia en diciembre transformaron el living de su casa en un cowork: habilitaron la mesa de comedor como escritorio en donde cada uno instaló su computador y una serie de cuadernos y lápices. Al fondo, quedó el sillón con la televisión en la que sagradamente ve películas los viernes en la noche junto a sus tres hijos. Desde ahí trabajan intensamente cada día: él en sus proyectos de emprendimiento y labores de director de empresa, ella, en las múltiples tareas del Observatorio, que requieren mucha investigación económica, comparación de información y análisis de datos de centros internacionales, como la OCDE. Sus jornadas empiezan muy temprano y terminan tarde. "A todos nos ha pasado que en pandemia estamos trabajando más", explican.

Nos sentamos en la terraza, justo delante de un asser japonés que todas las navidades lo transforman en árbol de pascua. "Es muy simbólico. La extensión de las ramas representa cómo deben expandirse las ideas y redes de emprendimiento", asegura el empresario mientras tomamos asiento. Al otro lado del jardín se ve una lavadora desarmada. Explican que es la última entretención de Christoph con su hijo: cablear y jugar a las tuercas. También se ve un columpio colgado a un árbol.

-¿Cómo han vivido esta crisis sanitaria, los Schiess?

-J.V.: Lo primero, no somos los Schiess. Somos Schiess Wolfersdorff (ríe).

-C.H.: ¡Ah siii! Eso es muy importante (ríe también).

Entre las cosas que suelen conversar en las noches, hay un tema que principalmente inquieta a Jeannette: el modelo económico nacional, la poca transparencia, los oligopolios, la meritocracia, el "club" de amigos con que opera el país y la falta de datos para medir el progreso de las empresas y del mercado en general. Sus columnas, entrevistas y propuestas no han pasado desapercibidas – en todo sentido. Y en más de una ocasión, le han llegado comentarios a su marido: empresarios y emprendedores que le han comentado a Christoph Schiess acerca de las ideas de su mujer. Felicitando, comentando o cuestionando. "Yo siempre les respondo, 'bueno, díganselo ustedes. Ella no muerde'", cuenta Schiess.

"Después de una entrevista, me acuerdo que un presidente de un gremio -que suele escribir columnas en los medios- me dijo: '¿Y qué opina tu marido de todo esto?' Dejándome en claro que mis comentarios desafiaban al sector.

-¿Qué respondiste?

-JV: Que debatimos mucho sobre concentración de riqueza, sobre movilidad social, sostenibilidad, o cómo las generaciones antiguas bloquean a los jóvenes, - que hablamos sobre la falta de diversidad en los directorios... de todo esto. Escucho mucho la opinión de Christoph, y converso con él antes de publicar las columnas, de dar una entrevista...

-¿Incomodan sus comentarios Christoph?

-C.S.: Bueno, a veces, claro que sí. Pero inspiran también, y de eso se trata la innovación. De mover lo que varios consideramos que es normal, y que no necesariamente lo es.

-J.V.: El debate en Chile ha sido demasiado ideologizado. Es como si hubiera dos bandos, los empresarios y "los otros". Pienso que tenemos que aprender -especialmente en la elite economica- de aceptar más críticas y no tomarlas personales sino como aportes para innovar y mejorar. Me encantaría poder salir de los debates monocromáticos, donde los grupos siempre opinan de forma homogenea y se protegen entre ellos, para finalmente mantener el status quo. ¡Es esto lo que tensiona a Chile! En el mundo vemos que empresarios grandes y economistas están llamando a un nuevo modelo de desarrollo: porque no podemos seguir usando los recursos naturales, ni descuidando el cambio climático como antes, o desatender las desigualdades crónicas o las concentraciones de mercado. Yo trato de agregar esto al debate para que logremos avanzar hacia un modelo más sostenible, y para que los empresarios y emprendedores sean parte en su creación.

Hace una pausa. Y retoma. Su marido la escucha.

-J.V.: De hecho, me pregunto por qué los empresarios no han cuidado el mercado, en el sentido de modernizarlo, y cuidar más la competencia. Me recuerdo del economista icono del libre mercado, Friedman, quien ha dicho que los principales enemigos del mercado son los propios empresarios porque hablan de la libertad, pero después van al Congreso a pedir subsidios a su sector, protección para su empresa. Llegó el tiempo para que los gremios empresariales tomen un rol más activo en la propuestas de las reglas del mercado, con beneficio a todos.

-C.S: Jeannette, estoy acordándome de este economista que participó contigo en el Congreso del Futuro, Luigi Zingales. Él dijo que el mercado en Chile se manejo como si fuera un "Club" ("Chile is not a country, it´s a country club"). Sin dudas hay una verdad en estas palabras, y será muy valioso corregir el rumbo, en el sentido de volver a ser más innovador y competitivo mundialmente.

-¿Quién de los dos es más revolucionario?

-C.S: Está claro que la más revolucionaria eres tú...(ríe). Pero lo agradezco, porque hace plantearse aspectos relevantes para la sociedad y para las empresas. Y así como lo hace con el mercado, a mí también me desafía. Y si no estamos de acuerdo, buscamos argumentos para analizar las diferencias. Ante todo, estoy de acuerdo en que Chile necesita un debate con más voces que piensan distinto, dado que se habla excesivamente entre pares, con falta de diversidad.

-J.V.: Así es. En Alemania las críticas se consideran constructivas. Aquí o estás a favor de alguien o en contra.

Jeannette interviene : "Cuando llegué a Chile, Christoph tuvo que firmar un documento en Policía Internacional, comprometiéndose a ser mi aval. Su marido complementa: "Bueno, eran las reglas del juego". Eso ocurrió en 1999, año en que tras un pololeo de tres años a larga distancia, la ingeniera comercial de origen alemán se mudó a Santiago. El 2002 se casaron, primero en Alemania, luego en Chile.

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Movilidad social y herencia

Christoph y Jeannette se conocieron en el aeropuerto de Buenos Aires. "Ella venía a hacer su práctica laboral a Chile (al Dresdner Bank), y yo volvía de un viaje de negocios", cuenta el empresario. "Me costó mucho convencerla que se viniera a Chile, porque trabajaba en un banco de inversión del Gobierno Alemán y su misión ahí era el mercado financiero de África, lo que le apasionaba mucho", cuenta él.

-¿No tienen ganas de trabajar juntos?

-J.V.: Ya hemos trabajado juntos, y nos apoyamos mutuamente. Pienso que no corresponde que yo trabaje en las empresas de mi marido. Él participa en el observatorio porque fue el inversionista inicial. Pero en general, pienso que es mejor que cada uno tenga su ámbito y que complementemos en nuestras actividades.

-C.S.: A los dos nos unen temas nuevos como la innovación y el emprendimiento.

Por ejemplo, opinamos que nuestro mercado necesita hoy impulsar una mayor complejidad económica -como lo ha analizado Cesar Hidalgo- y crear con ello un nuevo segmento de empresas de mediano tamaño, parecido al "Mittelstand" en Alemania.

-J.V.: También estamos de acuerdo en que si la elite no impulsa reformas e innovación, las propuestas llegarán por fuera, con el riesgo de ser cada vez más radicales.

-¿Lo dicen por el 10%?

-J.V.: No hay persona que considera que es una buena política pública, pero ha sido positivo en el sentido de subrayar que debemos hacer propuestas estructurales para nuestro país, porque en caso contrario, polarizamos posiciones. Ya llegaron ideas equivocadas. La propuesta de implementar un impuesto al patrimonio responde a un objetivo legítimo –una mejor distribución de riqueza - pero es una mala herramienta. En este sentido, pienso que se deben acordar los objetivos para esta nueva etapa de desarrollo, y aclarar cómo queremos ver a la economía en 10 años, por ejemplo- y según ello, empezar a diseñar y concordar las herramientas necesarias. Una meta mínima debería ser avanzar hacia el desempeño de los países de la OECD hoy.

-¿Políticamente piensan igual?

-C.S.: Puede ser, pero yo nunca le he preguntado por quién vota ella. Cada uno toma sus decisiones.

-¿Y qué van a hacer cuando sus hijos quieran trabajar en Tánica u otra empresa? ¿Son bienvenidos?

-C.S.: No tan rápido. Primero deben tener mucha experiencia y mérito propio. Ojalá ellos emprendan. Si después de eso quieren entrar, veremos...
-J.V.: Yo espero que nunca.

-¿Han pensado volver a Alemania?

-C.S.: Chile es un país fantástico. La geografía, y la cantidad de cosas que hay para desarrollar es enorme. Yo ahora estoy muy involucrado en el mundo del emprendimiento, y me encanta. Llevo 34 años trabajando y desarrollando negocios. Me he dedicado a seguir las empresas que creó mi padre (Guillermo Schiess), pero ante todo, me gusta formar proyectos y empresas nuevas y novedosas, muchas veces junto a emprendedores u otros socios. El concepto de reemprender es muy valioso para mantener el mercado económico dinámico e innovador. A los 50 años decidí salir del día a día del holding familiar para volver a hacerlo. Dedico aproximadamente un 50% de mi tiempo a la creación de negocios, y el otro 50% a asuntos más públicos y organizaciónes como Endeavor, para aportar en equipo al futuro del país.
Jeannette lo mira.

-Te gusta más el emprendedor que el empresario...

-J.V.: ¡Muchísimo más!

Los dos ríen.

-J.V.: Sobre irnos a Europa...en principio no, pero uno nunca debe estar cerrado. Me encantaría que los niños aprendan del mundo europeo. De hecho, en especial en medio de nuestra crisis actual, echo de menos ese debate con visión de largo plazo que conozco de Alemania. Cuando veo que en Chile, el ejecutivo está dedicado principalmente a ir apagando incendios o que solo se está impulsando un debate de corto plazo, y lo comparo con lo que dice e impulsa Angela Merkel, añoro que todos podamos ser parte de un debate más estratégico y de largo plazo aquí también.

-¿En esta casa se habla alemán?

-C.S.: No, principalmente español. Yo nací y crecí en Chile, pero hasta hoy tengo acento alemán y siempre me fue más fácil ese idioma porque en mi casa se hablaba alemán. Y quisimos que nuestros hijos tuvieran una base más local.

-Antes de terminar, tengo que preguntar por las alpacas.

-J.V.: En un viaje a Perú hace dos años, nos inspiramos. Ese mismo verano desde el sur de Chile, buscamos dos ejemplares para traerlos a Santiago. Son de una de nuestras hijas.

-¿No hay problemas para ellos por vivir fuera de su lugar?

-J.V.: Lo están pasando bien. Pastean en nuestro jardín como cualquier mascota, junto a nuestros dos conejos. Alpacas necesitan compañía...por ello, son dos.

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