TOC Biometrics avanza en verificación de identidad y detección de consumo de alcohol y drogas a través del iris

Tras casi un año de trabajo, en marzo pasado, la empresa chilena TOC Biometrics inauguró su primer centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en biometría para la identificación personal en tres líneas principales: huellas dactilares, rostro e iris. En esta última ya tiene avances en verificación de identidad e identificación de consumo de alcohol y drogas.

El director del centro y experto en biometría, Juan Tapia, comenta que su llegada a TOC Biometrics responde al interés de la firma de explorar nuevas soluciones en torno a biometría del iris, materia que investiga desde 2011.

Juan Tapia, Director del Centro de I+D de TOC Biometrics.

"Comencé a asesorar a la empresa en abril de 2019 y en junio partimos con los proyectos, luego surgió la idea de crear el centro para tener acceso al beneficio tributario de la Ley I+D, ya que TOC desarrolla todas las tecnologías de forma interna", comenta Tapia.

Específicamente en biometría a partir del iris, están trabajando en un proyecto para diseñar un sistema de identificación usando información periocular del ojo, mediante imágenes capturadas por la cámara del celular; iniciativa que está en fase de pruebas pilotos en laboratorio.

"El iris es más seguro, se puede tomar una selfie para identificar a una persona, para abrir nuevos productos o atención a distancia. Ya hemos tenido una tasa de precisión sobre 90% en los primeros pilotos", dice Tapia.

Tras concretar más pruebas, el centro canalizará el desarrollo al área de innovación de TOC para evaluar los usos en trámites bancarios, compras en retail, salud, entre otros.

"El coronavirus vino a acelerar y cambiar todo. Los productos basados en sensores de huella con contacto ya no ofrecen la misma garantía de uso. Los sistemas tendrán que evolucionar para evitar contagios por contacto debido a múltiples usuarios. Por lo que hoy el uso del iris se ve potenciado, aunque la tecnología se encuentra en desarrollo", afirma Tapia.

Detección de drogas

El investigador comenta que están trabajando en un segundo proyecto a partir del iris, que no apunta a la verificación de identidad, sino a la identificación de personas que estén bajo efectos del alcohol, drogas o fatiga laboral, mediante el uso de sensores infrarrojos.

Tapia adelanta que ya han realizado pruebas en laboratorio y que esta solución podría tener un impacto en la reducción de accidentes en los sectores minero, transporte y salud. El proyecto contempla dos años de I+D y cuenta con financiamiento del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef).

Machine learning y biometría

En diciembre de 2019 partieron un proyecto para reemplazar el sistema actual de huelleros por uno sin contacto. La iniciativa busca verificar la identidad a través de una foto de la huella dactilar, la que se comparará con la huella que está en el chip del carnet de identidad, para hacer un matching. Proyectan que esta solución llegue el próximo año al área de innovación de la firma, para luego dar el salto comercial.

Tapia señala que además, están trabajando en un nuevo producto: Fake ID, que identifica con machine learning y deep learning cuando un carnet de identidad no es verdadero.

Esta solución es una mejora al actual sistema de biometría facial de TOC, que contrasta una selfie con la fotografía de la cédula de identidad, la que actualmente es utilizada en la firma documentos bancarios para evitar fraudes.

"Ya están los primeros pilotos que partieron hace tres meses y tenemos feedback de los bancos. La tasa de precisión es sobre el 90%", adelanta Tapia.