Innovación y Startups

Pedro Bouchon: “Se requieren subsidios del Estado para movilizar al ecosistema de innovación”

Señala que la nueva estrategia nacional de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación debe abordar subsidios al emprendimiento, incentivos a la inversión, formación de capital humano avanzado y reinserción y regionalización.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Lunes 5 de octubre de 2020 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

En diciembre de 2019, se dio a conocer el “White Paper”, un documento base para elaborar la nueva Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) que elabora el Consejo Nacional de CTCI para el Desarrollo, la que debería estar lista durante este año. Entre las entidades que ha participado en las discusiones preliminares está la Universidad Católica (UC) y el Centro de Innovación UC-Anacleto Angelini.

En este contexto, el vicerrector de Investigación y presidente del Consejo Directivo del Centro de Innovación UC, Pedro Bouchon, señala que si bien el “White Paper” le pareció adecuado en términos de instalar una narrativa y un mensaje inspiracional que moviliza, echó de menos -dice- que estableciera modelos o sistemas para abordar la estrategia.

Imagen foto_00000004

“Faltó presentar lineamientos y visiones respecto a la construcción de la estrategia nacional de ciencia y tecnología, conocimiento e innovación. No definirla, pero mostrar algunas perspectivas, horizontes de largo plazo, modelos e ideas que se pueden poner dentro la narración para orientar las posibilidades, básicamente una descripción de posibles modelos o sistemas para generar una conversación al respecto”, afirma.

-¿Qué debe incorporar la nueva estrategia? El Consejo anunció en enero que “intentaría” tenerla lista el tercer trimestre de 2020.

-Lo que espero del Consejo, es que se definan estrategias de largo plazo que permitan avanzar al desarrollo de la innovación. La estrategia tiene que tener la capacidad de perdurar en ciertos aspectos fundamentales respecto de las políticas que pueda implementar un Gobierno, que va a elegir las políticas, pero en base a una estrategia de largo plazo con definiciones robustas y cimientos firmes para mantenerse en el tiempo.

-Pero esto no ha ocurrido hasta ahora. Ahora está Álvaro Fischer a la cabeza del Consejo, pero presidentes anteriores como Eduardo Bitran o Fernando Flores elaboraron hojas de ruta que no sortearon la barrera del largo plazo.

-Estoy de acuerdo. La Ley (21.105) creó un sistema de alternancia y renovación que permite que en el Consejo haya representantes que puedan perdurar con el cambio de Gobierno. Me gustaría que en esta estrategia se visualizaran lógicas relacionadas al subsidio al emprendimiento, incentivos a la inversión, visiones respecto de la formación de capital humano avanzado, reinserción y regionalización y de esta forma enfocarse a los problemas que se detectan en el documento.

Sería interesante que abordara orientaciones estratégicas sobre prioridades para el gasto público en ciencia, tecnología e innovación, que permitan incentivar la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) y fortalecer la industria de base científica tecnológica con ciertas prioridades, hay que definir acentos.

-¿Priorización de sectores económicos tipo clusters?

-Podría pensarse perfectamente en alguna priorización tipo clusters, pero estoy pensando en cimientos presupuestarios, incentivos, inversiones, de formación de capital humano, de regionalización que deben ser de largo plazo. Hoy tenemos el privilegio de tener un diagnóstico, un consenso bastante más generalizado que permite avanzar en forma mancomunada y unida hacia una visión estratégica que puede ser mucho más convergente que divergente. Lo veo como una oportunidad.

-Usted menciona subsidios, ¿son suficientes los que otorga Corfo y el Ministerio de Ciencia?

-Están en la dirección correcta. Se requiere un apalancamiento del Estado para poder generar un ecosistema y subsidio del Estado para movilizar este ecosistema y avance hacia la generación de confianzas y diálogos. Si hoy vemos las cifras la inversión en I+D del país es 0,36% del PIB y el World Economic Forum de 2019 puso a Chile en lugar 53 en su capacidad de innovación. Tenemos una brecha y para superarla se requiere ayuda del Estado. Hay que buscar mecanismos que permitan apalancar recursos.

Hay muchas iniciativas que producto de las restricciones presupuestarias no se pueden impulsar. Detrás hay una capacidad de diálogo y de trabajo colaborativo con la industria que es inmenso. Entonces, cómo un porcentaje de iniciativas que cuesta tanto impulsar se queda sin subsidio para materializarse. La pregunta es dónde enfocamos los recursos y cómo los aumentamos para aprovechar este trabajo colaborativo.

Vinculación academia-empresa

-Sólo un tercio de la inversión del país proviene del sector privado, el resto es pública. ¿Usted es partidario de más subsidios para que las empresas innoven?

-Ciertamente tenemos que cambiar esa relación. Pero para eso tenemos que crear un sistema que pueda impulsar y generar las condiciones para que eso ocurra. Estamos en esa etapa. La lógica de los subsidios, de los fondos de contraparte, de estímulos tributarios, son necesarios para poder ir logrando esa complementariedad que se requiere del sector productivo. En nuestra experiencia, la distancia que existía entre ambos mundos -academia y empresa- ha ido reduciéndose.

-¿Cómo ha evolucionado la vinculación-academia empresa? ¿Se han superado las desconfianzas?

-La distancia se ha reducido por el esfuerzo e incentivos que se han puesto desde la academia y por la necesidad que tienen hoy las empresas de buscar de forma acelerada desarrollos. La industria se está abriendo mucho más a la academia, porque ha ido entendiendo este mundo y la misma pandemia ha logrado acelerar y visualizar esta vinculación. Esta ha sido una de las externalidades positivas de la crisis. Por ejemplo, la plataforma Siempre que ha permitido desarrollar una serie de tecnologías como el ventilador mecánico Vemers (UC), evidenció cómo en un período de corto de tiempo distintos actores pueden articularse y producir desarrollos en forma eficiente y de impacto global.

-¿Las empresas se están abriendo más a la innovación abierta con universidades y startups?

-Hace diez años era poco común ver a una empresa que no era tecnológica vinculada a la universidad y hoy la industria está más abierta a abrir sus desafíos a estos nuevos actores. Y por otro lado, la institucionalización del emprendimiento en las universidades ha contribuido no solo a aumentar la cantidad de spin off y los consorcios académico-privados, sino también a diversificar las formas de relacionarse con la empresa.

Respecto a la innovación abierta es importante destacar que permite ahorrar costos y facilita la implementación de nueva tecnología y acorta los tiempos para llevar nuevos productos al mercado. Lo importante es abrirse a esa posibilidad y salir de la zona de confort en la que están las empresas tradicionales, porque frente a ritmo de obsolescencia, que es muy acelerado, el costo del riesgo de incorporar estas nuevas prácticas es bastante más bajo que el quedarse dormido.

Lo más leído