Innovación y Startups

Cells for Cells crea robot para manufacturar prótesis de tejidos para enfermedades cardiovasculares y renales y lo patenta en EEUU

El sistema, que combina robótica, automatización y medicina regenerativa, permitirá fabricar prótesis vasculares personalizadas, como arterias y venas, fuera del laboratorio, por ejemplo, en una sala de operaciones.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Viernes 10 de julio de 2020 a las 10:48 hrs.
  • T+
  • T-
El robot Novoa 2.0 puede imprimir prótesis artificiales en una hora.
El robot Novoa 2.0 puede imprimir prótesis artificiales en una hora.

Compartir

Uno de los principales problemas que aquejan a la fabricación de prótesis de tejidos personalizadas es que sólo se pueden realizar en los laboratorios de las firmas especialistas, las que pueden tardar semanas para hacer un cultivo de un tejido, como una arteria o vena, a lo que se suma un traslado del producto en condiciones especiales hasta el centro de salud.

Con el fin de cambiar el paradigma en la industria, la empresa chilena de biotecnología Cells for Cells, desarrolló un robot compacto que denominó "Novoa" para manufacturar prótesis de tejidos personalizadas fuera del laboratorio, incluso en una sala de operaciones, mientras el médico prepara al paciente para el procedimiento.

"Es un robot de manufactura que permite en menos de una hora fabricar una prótesis de acuerdo a los requerimientos que dicta el doctor en base a su juicio médico. Por ejemplo, puede decir, necesito una arteria, de tal diámetro y grosor de pared, por ejemplo y se desarrolla en el momento", explica el ingeniero de proyectos de Cells for Cells, Maximiliano Kunze.

Imagen foto_00000003

El experto comenta que por ahora el robot puede manufacturar prótesis o constructos vasculares artificiales para aplicaciones cardiovasculares y renales-, pero el objetivo es desarrollar todo tipo de prótesis de tejidos urológicos, intestinales y ginecológicos.

La empresa chilena de biotecnología acaba de obtener una patente para la "fabricación automatizada de tubos complejos de ingeniería de tejidos capa por capa", lo que les permitirá, una vez que concluyan las pruebas en animales y humanos, comercializar la innovación en ese país y luego en Chile y la Unión Europea.

El investigador precisa que son tejidos "bioinspirados", es decir, "podemos reproducir una estructura multicapas igual que las capas de una arteria, lo que permite que haya un desempeño mecánico mucho mejor", señala Kunze.

Escalamiento
La primera versión del robot "Novoa" permitió que la investigación se publicara en la revista Nature Communications y esta segunda versión 2.0, posibilitará que el sistema salga del laboratorio y llegue a una clínica o hospital.

"Estamos planteando un cambio de paradigma en la forma de distribuir este tipo de tecnología. Las prótesis de tejidos son manufacturadas en las empresas y son enviadas en condiciones estrictas para mantener la estabilidad del producto, pero si los hospitales cuentan con un robot, se puede disminuir el problema de la última milla en la industria biomédica", afirma Kunze.

Añade que el sistema de automatización permite un escalamiento en la producción que es difícil en el área de ingeniería de tejidos, en general, son prótesis que se demoran entre dos a tres meses en desarrollarse, porque tienen que crecer en biorreactores, especies de cámaras, donde se cultivan los tejidos hasta que lleguen a un estado de maduración.

Una vez que la Una vez que la Administración de Medicamentos y Drogas (FDA, su sigla en inglés) de Estados Unidos apruebe el sistema, definirán un modelo de negocio para comercializar el sistema robótico de manufactura y la prótesis de tejido, el que estudian cobrar por el uso del robot.

El gerente general de Cells for Cells, Roberto Bobadilla, comenta que ya están en conversaciones con inversionistas privados y en postulaciones a fondos públicos para iniciar una última fase de pruebas en animales bajo certificación para ser presentada a la FDA.

Una vez que tengan los resultados realizarán el empaquetamiento del producto final, por lo que estiman realizar pruebas en humanos a finales de 2023 y comienzos de 2024 en Chile, para luego, pasar a los ensayos clínicos en Estados Unidos en 2025.

Lo más leído