El arranque de los Juegos Olímpicos de Pekín se está
convirtiendo en un calvario para las bolsas chinas. Después de perder el
viernes un 4,47%, en Shanghai los descensos alcanzaron hoy el 5,21%, para
cerrar en mínimos de 19 meses. A la corrección en los mercados de materias
primas se suma el temor a un freno económico una vez finalizados los JJOO.
De nada sirvieron las subidas generalizadas que se anotaron
hoy el resto de mercados asiáticos, y que alcanzaron el 1,99% en la principal
referencia de la región, el índice Nikkei de Tokio.
Si la Bolsa de Tokio se ha situado en sus máximos de las
tres últimas semanas, la
de Shanghai se ha derrumbado hasta sus cotas más bajas en 19
meses. Además, el índice CSI 300 se convierte en el que registra un peor
comportamiento bursátil en 2008,
a escala global, con un 54% de desplome en lo que va de
año. Sólo hoy restó un 5,2%, recogiendo las espectculares plusvalías cosechadas
en los últimos ejercicios.
La aceleración de su desplome comenzó el pasado viernes, con
un 4,47% de caídas en Shanghai, justo el día en el que se celebraba la
ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín.
La situación, lejos de mejorar, empeoró hoy, con un nuevo
derrumbe en las bolsas de Shanghai, del 5,21%, hasta los 2.470,07 puntos.
Algunas firmas de inversión internacionales ya han advertido de la posibilidad
de que el freno de la economía china se acentúe una vez finalizados los Juegos
Olímpicos, que han exigido un gran esfuerzo inversor.
La cuenta atrás para el fin del mayor acontecimiento
deportivo no ha sido tampoco, ni mucho menos, el único elemento de presión que
han tenido que afrontar los inversores de los mercados chinos.
En el día de hoy se ha conocido que los precios de
producción en China durante el mes de julio se dispararon un 10%, lo que
representa su mayor subida en una década, superando todos los pronósticos, del
9,1%, y las cifras correspondientes a junio, del 8,8%.
Las tensiones inflacionistas resurgen de esta forma en un
contexto complicado, no sólo por el freno económico generalizado en el
crecimiento mundial, sino por el notable pinchazo que sufren los mercados de
materias primas. Las grandes empresas mineras, petroleras y siderúrgicas chinas
han destacado entre las más castigadas durante las últimas jornadas en los
mercados de renta variable, replicando, con mayor intensidad aún, la corrección
experimentada por los precios del petróleo y los metales.
Las bolsas del gigante asiático han pasado por alto datos
más tranquilizadores, publicados también en el inicio de la semana, como es el
de la balanza comercial. En julio el superávit se amplió un 4%, hasta los
25.300 millones de dólares (unos 16.830 millones de euros). Las exportaciones
se aceleraron al 26,9%, desde el 17,6% de junio.