No habrá ayuda directa para la banca española y el gobierno responderá por el rescate
Resultados de empresas cayeron 64% en el primer trimestre y recesión y desempleo se profundizaron en el segundo.
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Los ministros de Finanzas de la eurozona presentaron ayer los detalles del plan de rescate para la banca española y el anuncio no cayó bien en Madrid. Las autoridades europeas descartaron inyectar los recursos directamente a los bancos complicados sino que se entregarán al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), administrado por el gobierno.
Aunque la distinción podría parecer semántica, para el gobierno español hace una gran diferencia, ya que bajo el esquema escogido por Bruselas, el pago de los intereses de la deuda recaerá sobre el Fisco, impactando aún más las ya debilitadas cuentas públicas.
El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, insistió hasta el último minuto en su fórmula e incluso después del anuncio declaró que no se rendirá en buscar una recapitalización directa.
Sin embargo, los ministros del euro fueron inflexibles y volvieron a rechazar sus reclamos. Más aún, las autoridades regionales dijeron específicamente que el gobierno español será el responsable por el rescate y que vigilarán de cerca que “España cumpla sus compromisos en virtud del procedimiento de déficit excesivo, y con respecto a las reformas estructurales”.
El Eurogrupo inyectará al FROB entre 51.000 millones de euros y 62.000 millones de euros, la cifra que requieren los bancos según un estudio realizado por auditoras independientes, con un techo de 100.000 millones de euros.
La asistencia financiera saldrá del fondo temporal (FEEF) mientras el fondo permanente (MEDE) no esté activo. Esta elección no es menor, ya que el FEEF no es acreedor prioritario mientras el MEDE sí. El fondo permanente da prioridad a los socios del euro a la hora de cobrar en caso de impago, lo que causa rechazo entre los inversionistas privados, ha castigado a la deuda española en los mercados y es citado como posible causa de una nueva rebaja soberana.
Dirigiéndose al parlamento horas antes de la estratégica cumbre de líderes europeos que comienza hoy en Bruselas, Rajoy insistió en que luchará por asegurar que la ayuda vaya directamente a los bancos y sin estatus de acreedor preferente. El jefe del gobierno español subrayó la gravedad de la situación reconociendo que a las actuales tasas de mercado España no podrá seguir financiándose por mucho tiempo.
“Voy a proponer medidas para estabilizar los mercados financieros, usando los instrumentos que están a nuestra disposición”, declaró en referencia a mecanismos como la millonaria oferta de créditos baratos de corto plazo que el Banco Central Europeo extendió a comienzos de año a los bancos, conocido como (LTRO).
Economía hundiéndose
Ayer además se confirmaron negativos datos sobre la marcha de la economía. Según el último boletín del Banco de España publicado ayer, la economía se habría contraído a un ritmo aún más fuerte en el segundo trimestre, luego de una caída interanual de 0,4% en los primeros tres meses de 2012.
Y el declive se está sintiendo con fuerza entre las empresas. Según el mismo reporte, los resultados de las empresas cayeron 64% en el primer trimestre y se perdió uno de cada diez empleos temporales.
Las principales causas fueron la contracción de la actividad, el descenso de los dividendos de sus participadas y la caída de resultados atípicos, especialmente el deterioro del valor de sus activos financieros.
bankia vale menos que nada
El gobierno concretó oficialmente ayer la nacionalización de Banco Financiero y de Ahorro, matriz de Bankia. Como parte del proceso, se realizó una valorización de la entidad y el resultado fue desalentador. El valor de los activos del cuarto banco de España es de -13.635 millones de euros, según fuentes del consejo de administración de la entidad citadas por Expansión.
El saldo negativo es peor de lo que se esperaba en un principio, pues se anticipaba que fuera cero.
La valoración económica de BFA se dio a conocer justo el mismo día en que la Comisión Europea aprobó su nacionalización y recapitalización, a la espera de que España remita a Bruselas un plan de reestructuración de la entidad en los próximos seis meses.