El Banco de Inglaterra pronosticó hoy que
la economía británica se contraerá un 4,5% este año antes
de empezar a recuperarse el año próximo, pero advirtió que la
fortaleza de esa recuperación es "muy incierta".
Al dar a conocer su análisis trimestral sobre la inflación, el
presidente del banco emisor inglés, Mervyn King, dijo que "la
economía mejorará, pero el proceso puede ser lento".
"Hay buenas razones sólidas para suponer que habrá una
recuperación el próximo año, pero también buenas razones sólidas
para preguntarse si será sostenida", agregó.
El análisis de King sobre la situación de la economía es peor que
el pronóstico del ministro de Economía, Alistair Darling, que el
pasado abril estimó la caída en un 3,5%.
En marzo pasado, la inflación interanual se situó en el Reino
Unido en 2,9%, tres décimas menos que en febrero.
La inflación se mantiene por encima del objetivo marcado por el
Gobierno del primer ministro británico laborista, Gordon Brown, que
pretende situarla en 2%.
De acuerdo con el Banco de Inglaterra, la inflación descenderá
por debajo del 2% y "es probable" que se mantenga a corto
plazo en un nivel bajo.
El banco, que pone de manifiesto el alcance de la recesión por la
que atraviesa el Reino Unido, cree que llevará más tiempo de lo
estimado conseguir la normalidad en la concesión de créditos, muy
restringidos actualmente por las entidades bancarias.
La perspectiva del banco sobre la economía del Reino Unido "sigue
estando dominada por fuerzas opuestas", agregó King.
King advirtió de que los problemas del sistema bancario y la
debilidad de la demanda global pueden frenar la economía, si bien
factores como la debilidad de la libra, los planes del Gobierno de
gasto público, la reducción de los tipos de interés y la inyección
de dinero en circulación pueden darle un impulso.