La decisión del Comité de Ministros ante el caso Dominga fue un verdadero terremoto al interior del gobierno de la presidenta Bachelet, que terminó con la salida del equipo económico en pleno.
En ese momento, el ministro Luis Felipe Céspedes fue quien lideró las críticas en contra del actuar que tuvo el organismo liderado por el titular del Medio Ambiente, Marcelo Mena, cuando pidió posponer la votación del proyecto, ya que “no estaban las condiciones” para discutirlo.
Hoy, para el antecesor de Mena en Medio Ambiente, Pablo Badenier, el fallo del Tribunal Ambiental de Antofagasta viene a ratificar las palabras del exministro de Economía. “Luis Felipe Céspedes tenía razón respecto a la forma de pronunciarse del Comité de Ministros y, de acuerdo al contenido del fallo, porque lo que resolvió la instancia fue no acoger la reclamación de Andes Iron, que alegaba que la Comisión de Evaluación Ambiental no había analizado debidamente el proyecto”.
Badenier sostiene que el fallo es “un tirón de orejas” para el Comité de Ministros, el cual más que modernizarse, debiese dejar de existir, ya que se ha convertido en una instancia más de reclamación y no en algo definitorio, aunque advierte, “yo presidí por tres años el Comité y nunca me sucedió algo así, ni siquiera con HidroAysén”.
A futuro, para el exministro las decisiones de este tipo deberían quedar en manos de los tribunales ambientales, creados en 2013, ya que estos son “una instancia de mayor credibilidad”.
Respecto a las pesquisas que acusaban de interferencia del gobierno central en la conformación del informe final de evaluación del proyecto cuando era ministro, Badenier aclara que se trató de una investigación sumaria, paso previo al sumario como tal, la que concluyó que no había méritos para continuar con el siguiente paso y explicó es de toda lógica que exista una conexión con los servicios regionales.
“Hay una injerencia del nivel central del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), porque es su labor, pero nadie podría decir que hay una injerencia indebida, no se pueden desestimar los servicios regionales”, dice.