Mientras La Moneda recibe un nuevo golpe en el marco del llamado caso Caval, al surgir el nombre de la jefa de gabinete de la Presidenta y el Juzgado de Garantía de Rancagua rechaza la solicitud del síndico Herman Chadwick de dejar sin efecto su audiencia de formalización, los diputados UDI integrantes de la comisión investigadora Caval I y II, Felipe Ward e Issa Kort se reunieron por tercera vez con el fiscal regional que lleva la causa, Luis Toledo.
Tras la cita, el diputado Ward explicó que ésta tuvo por objeto “intentar presionar legítimamente” para que la causa se quede en Rancagua y dijo que este último se manifestó “preocupado” al respecto, coincidiendo con los legisladores en que “lo razonable” es que la causa no se traslade. Según Ward, en la conversación “también hubo coincidencia” en que el matrimonio Dávalos-Compagnon ha sido el que ha filtrado el contenido de sus declaraciones ante la Fiscalía.
En el marco de la reunión semanal de la oposición, los máximos dirigentes de RN y la UDI también abordaron al tema. El timonel de RN, Cristián Monckeberg, advirtió que a un año “de investigación judicial, el gobierno no ha sabido aclarar que hace el señor Riquelme todavía administrando La Moneda y los gastos reservados de la Presidencia” y añadió que “Ana Lya Uriarte dio unas boletas, entendemos a Caval, por una prestación de unas asesorías, no sabemos en qué año, pero como nada se aclara las dudas están planteadas, a lo mejor sí hizo una pega cuando no estaba en el gobierno”.
El presidente gremialista Hernán Larraín, en tanto, fue categórico en que los últimos hechos que relacionan a la jefa de gabinete de Bachelet con Caval “obligan a que La Moneda de la cara. A nosotros se nos ha criticado mucho, y con razón, porque el sector político ha estado involucrado en hechos de financiamiento irregular y en algunos casos nos ha tocado poner la cara. Pero La Moneda no lo hace, no reconoce los hechos, no enfrenta la situación, no asume sus culpas”.