Reino Unido publicó el domingo una importante consulta para su industria siderúrgica, semanas antes de lo previsto debido al anuncio del presidente Donald Trump de imponer nuevos aranceles a todas las importaciones de acero a Estados Unidos.
El "Plan para el acero" analizará los problemas a los que se enfrenta la industria británica, como los elevados costos energéticos y las "prácticas comerciales desleales" de otros países, indicó el Departamento de Comercio y Empresa en un comunicado.
El Gobierno laborista ya había dicho que quería invertir 2.500 millones de libras (unos US$ 3.150 millones) en la industria siderúrgica y que publicaría una estrategia sobre sus planes para impulsar el sector en la primavera boreal.
"La industria siderúrgica británica tiene un futuro a largo plazo bajo este Gobierno. Lo dijimos durante las elecciones y lo estamos cumpliendo ahora", dijo en el comunicado el secretario de Comercio y Empresa, Jonathan Reynolds.
La semana pasada, Reynolds dijo que Reino Unido intentaría persuadir al Gobierno de Estados Unidos de que sus productos de acero y aluminio deberían evitar los aranceles debido al papel sensible que desempeñan en el sector de defensa estadounidense y sus cadenas de suministro de fabricación.
Trump dijo el domingo que introduciría nuevos aranceles del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, además de los aranceles existentes sobre los metales. A principios de febrero, al hablar de los aranceles en general, dijo que pensaba que se podría "llegar a un acuerdo" con Reino Unido.
Reynolds dijo a las emisoras el domingo que había estado construyendo relaciones con funcionarios del Gobierno de Trump, quienes, según él, veían a Reino Unido bajo una "luz diferente" a la de otros países que han sido blanco de aranceles.
Reino Unido y Estados Unidos comercian anualmente con bienes y servicios por valor de cientos de miles de millones de dólares. El organismo industrial UK Steel advirtió de que los aranceles podrían ser "devastadores", ya que Estados Unidos es el segundo mayor mercado de exportación del acero británico, con un valor de más de 400 millones de libras al año.