Imacec sin novedades
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El resultado del Imacec de noviembre, con un alza de 2,1%, aunque marginalmente por encima de lo que proyectaba el mercado, da cuenta de la continuación de una tendencia, de manera que no se vislumbran cambios significativos en la estimación para el crecimiento del PIB global del año pasado, que la mayoría de los analistas sitúa en torno a 2,3%. Lo que sí constituye una señal positiva fue el hecho de que todos sus componentes experimentaron una variación positiva, especialmente el comercio y la producción de bienes, destacando en estos últimos la minería y la actividad silvícola. Aunque en términos desestacionalizados la minería experimentó un retroceso en noviembre, la evolución que ha venido exhibiendo este sector y varios otros orientados a los mercados externos dan cuenta de un renovado dinamismo de las exportaciones, el cual será necesario fortalecer.
Las cifras siguen mostrando una convergencia hacia el PIB tendencial de 2%, insuficiente para atender las demandas de la población.
Con todo, lo que las cifras siguen mostrando para la economía chilena es una trayectoria que converge a lo que se proyecta como la evolución del PIB tendencial, que se sitúa en torno al 2%, y que en forma unánime es considerado insuficiente para poder atender las demandas de la población. La necesidad de aumentar la tasa de crecimiento es un imperativo que no puede seguir esperando, de manera que lo que cabe durante este año que comienza es que las políticas públicas que impulse el Gobierno tengan un marcado sello en esa dirección. La propuesta que presente el Ejecutivo en el marco de una anunciada reforma al impuesto a la renta que disminuya la tributación a las empresas, y el derrotero que siga la tramitación de la reforma al régimen de pensiones van a entregar importantes luces acerca de lo que viene, todo en el marco de un año electoral donde la refriega política va a dificultar los acuerdos. Asimismo, el tema de los permisos seguirá ocupando un lugar relevante en la agenda, no solo por la necesidad de continuar acortando los plazos de aprobación, sino que también por la institucionalidad en la que se enmarcan las decisiones. El caso Dominga está dejando a la vista serias debilidades y problemas de coordinación al interior del propio Gobierno.
Pero más allá de las reformas requeridas para empezar a cambiar el rumbo en materia de potencial de crecimiento, 2025 se presenta particularmente desafiante en atención al escenario internacional que va a enfrentar Chile. A los conflictos geopolíticos en curso se va a sumar el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, lo cual está introduciendo una elevada dosis de incertidumbre en política comercial. Si bien Chile no se vería afectado en forma directa en atención al tratado de libre comercio vigente, una eventual guerra comercial entre EEUU y China podría ralentizar el crecimiento del gigante asiático, y desde esa arista golpear negativamente los mercados de materias primas y la demanda por productos chilenos, en general. En un cuadro incierto de estas características, preservar los equilibrios macroeconómicos, controlar la inflación y mantener cuentas fiscales ordenadas son factores que pasarán a jugar un rol fundamental.