La errática recuperación chilena y sus alcances fiscales
ALFREDO COUTIÑO Director para América Latina en Moody’s Analytics
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ALFREDO COUTIÑO
La economía chilena ha mostrado un avance errático en los últimos dos años, con tasas de crecimiento trimestrales que varían de negativas a positivas y viceversa, desafiando así las estimaciones oficiales y del mercado. No obstante, la economía muestra una recuperación que va desde un crecimiento casi nulo en 2023 a un avance de alrededor del 2% en 2024. La trayectoria vacilante de la economía dificulta mantener una previsión constante para el año, ya que los altibajos introducen incertidumbre sobre la fortaleza de la recuperación y generan dudas sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus metas fiscales.
La economía reportó cierta recuperación en el tercer trimestre tras una contracción trimestral en el segundo cuarto. Según el índice mensual de actividad económica, la economía creció un 0,6% en el tercer trimestre, después de contraerse un 0,6% en el trimestre anterior y avanzar un 2% en el primer trimestre. A tasas anuales, la actividad ha tenido un desempeño a un ritmo promedio de alrededor del 2% en los primeros tres trimestres del año. Si seguimos el patrón trimestral de los últimos dos años, la actividad reportará una tasa de crecimiento positiva en el cuarto trimestre, con la economía terminando con un crecimiento alrededor de 2% en 2024.
“La vacilación constante de la economía introduce incertidumbre en el presupuesto público, ya que un ajuste a la baja en el crecimiento esperado pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos fiscales”.
El patrón de crecimiento trimestral en 2024 efectivamente replica el mostrado en 2023. Por ejemplo, el crecimiento en el primer trimestre de ambos años fue positivo, luego se volvió negativo en el segundo trimestre, y luego positivo nuevamente en el tercer trimestre. Con base en los indicadores económicos recientes, se puede anticipar que el crecimiento del cuarto trimestre de este año seguirá siendo positivo, replicando el trimestre positivo reportado en 2023. En este sentido, la alternancia en el patrón trimestral proporciona una guía para anticipar la dirección del crecimiento en los trimestres siguientes, pero no necesariamente nos permite estimar la magnitud del cambio. Para ello, necesitamos la experiencia y habilidad predictiva del economista.
El comportamiento errático y repetitivo de la actividad mensual introduce incertidumbre en la precisión de las estimaciones de los analistas y los mercados y dudas sobre las estimaciones oficiales. Esto último tiene serias implicaciones para la formulación de políticas porque las estimaciones oficiales iniciales son insumos esenciales para el plan económico del Gobierno. Por ejemplo, los ingresos del gobierno están determinados en su mayoría por las estimaciones iniciales de crecimiento para el año, y esto a su vez determina el presupuesto fiscal. De esta manera, la vacilación constante de la economía introduce incertidumbre en el presupuesto público, ya que un ajuste a la baja en el crecimiento esperado pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos fiscales. Por lo que no debe sorprender la reciente decepción mostrada por el Ministro de Hacienda con respecto al desempeño de la economía, no tanto por la calidad de las estimaciones del ministerio sino más bien porque pone en riesgo la consecución de las metas fiscales.