Mario Marcel se impone como el economista del año
El exDipres es el ganador de la tercera encuesta realizada por Diario Financiero a más de 100 de sus pares, quienes destacan su sello en el Banco Central, basado en profundizar la autonomía y preparar a la entidad para los nuevos tiempos.
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Mario Marcel estaba tranquilo en Washington, Estados Unidos, cuando a fines de agosto de 2015 recibió un llamado. Al otro lado de la línea estaba el ministro de Hacienda de la época, Rodrigo Valdés, con una invitación con la que cualquier economista soñaría: integrarse por un período de 10 años al Consejo del Banco Central, con altas expectativas de convertirse, un año más tarde, en el presidente de la institución.
No lo dudó. Tras estudiar ingeniería comercial en la Universidad de Chile, hacer su postgrado en Cambridge, Reino Unido, y trabajar en los primeros gobiernos de la Concertación, se despidió también de su consolidada carrera como funcionario internacional, primero como ejecutivo en el BID, luego en la OCDE y, en ese momento, en el Banco Mundial.
Atrás quedó la capital estadounidense y volvió al país que dejó siete años antes para asumir en el órgano ejecutivo de la institución económica más importante del país, junto con el Ministerio de Hacienda. El 11 de diciembre del año pasado, se cumplieron los pronósticos y asumió el timón de la política monetaria hasta 2021.
Desde entonces, el exdirector de Presupuestos del gobierno de Ricardo Lagos ha intentado imprimirle un sello propio a la gestión del banco, diseñando un plan estratégico con el objetivo de profundizar la autonomía, mejorar la política de comunicación y adecuarse a los nuevos tiempos, “en los que el Banco Central no tiene asegurada la confianza que la ciudadanía ha depositado en él”, ha dicho.
Este liderazgo le valió ser reconocido como el economista más influyente del 2017, en una encuesta realizada por Diario Financiero a más de 100 de sus pares de la plaza y en la que Marcel logró el 23,5% de los 106 votos en disputa, superando al ganador de los últimos dos años y con quien hiciera dupla en la conducción económica del país, el exministro de Hacienda Rodrigo Valdés (11,3%), y a los exministros del gobierno anterior Felipe Larraín (Hacienda) y Juan Andrés Fontaine (Economía), ambos con el 8,4% de los sufragios.
“Buen juicio”, “equilibrio”
Entre los economistas destacan que el exinvestigador de Cieplan ha “mantenido y ampliado” las temáticas que son objeto de análisis del banco, como el crecimiento de largo plazo y el impacto de las nuevas tecnologías en la regulación financiera.
“Ha incluido nuevas preocupaciones en la entidad a cargo de la política monetaria, como una reflexión respecto de las condiciones necesarias para que esa institución autónoma sea concordante con la democracia”, señala uno de los consultados.
Uno de los expertos requeridos por DF valora el “aporte” de Marcel y el Consejo en la actualización de la Ley de Bancos y en la discusión de la reforma del sistema de pensiones.
“No hay que olvidar que lideró un brillante trabajo en la comisión para la primera reforma previsional en 2008”, dice.
“Ha puesto cordura en el análisis de la evolución económica y en los instrumentos de política económica que se necesitan. También ha puesto el tema del crecimiento con realismo y aportando análisis empíricos de nuestra realidad”, resalta otro de sus pares.
En el mercado valoran su gestión a la cabeza del Consejo, tomando en cuenta que tomó el mando en la que posiblemente fue la parte más baja del ciclo económico, con un primer trimestre de 2017 de débil crecimiento y una contracción de la actividad en febrero por el impacto de la huelga en Escondida.
Adicionalmente, la inflación se ha reducido sustancialmente desde su llegada a la presidencia del organismo, pasando de 2,9% en noviembre del año pasado a 1,9% en octubre de este año.
Anticipándose al freno de los precios, el ente autónomo redujo en 100 puntos base la tasa de interés entre enero y mayo de este año, llevándola al 2,5% actual. Y no ha cerrado la puerta a nuevos ajustes si el nivel de inflación anual persiste bajo el rango de tolerancia.
“Su trabajo dirigiendo el Banco Central, en el aspecto estrictamente económico, ha sido notable. A esto se agrega un extraordinario buen juicio y equilibrio en sus declaraciones, asunto clave para que un presidente del Banco Central construya confianza en los mercados”, sostiene uno de los economistas que le otorgó su voto.
“No se ha dejado llevar por un activismo extremo. La baja de la tasa de interés que impulsó ya está dando sus frutos en el objetivo de impulsar la aceleración de la actividad, lo que permitiría volver al centro del rango meta de inflación a dos años plazo”, enfatiza un jefe de estudios de la plaza.