Bernardo Larraín: “Hay que reflexionar cómo lograr que los informes de productividad gocen de legitimidad”
Bernardo Larraín Matte enfatiza la importancia que dichos textos sean validados por un ente “autónomo y técnico”.
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En medio de la controversia por el informe de productividad asociado al proyecto de pensiones, que estimó un impacto de hasta 394 mil empleos menos por el alza de 5% en la cotización (y que incluso fue cuestionado por su seriedad), el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte, entró al debate en su cuenta de Twitter, lanzando una idea que no pasó desapercibida: que los informes de productividad sean validados por un ente autónomo y técnico.
Destacando la iniciativa de la Presidenta Bachelet de acompañar los proyectos de ley con los citados documentos de medición de impacto, Larraín asegura que “habría que reflexionar con ocasión del debate que se ha producido estos días, cómo logramos que ese informe de productividad goce de altos niveles de validación y legitimidad”. ¿Cuál es su propuesta? “Que esos informes sean validados en cuanto a su metodología, en cuanto a cómo se ejecutan, por una entidad que tenga un cierto grado de autonomía del gobierno de turno”.
Y enfatiza: “Estos informes son instrumentos esenciales porque evalúan eventuales impactos y tienen que ser validados técnicamente”.
- ¿Qué ente podría validarlos?
- La Comisión Nacional de Productividad. Habría que exigirle cuáles son sus funciones, porque en el fondo no me refiero a que la comisión se limite a esto, pero dentro de sus múltiples funciones podrían ser establecer una metodología y validar el resultado de ese informe de productividad. Es importante institucionalizar estas cosas, que no dependan de la mera voluntad de tal o cual ministro, tiene que haber una metodología estándar para todos los informes.
Por así decirlo, cualquier proyecto de ley desde su nacimiento como una idea hasta finalmente su aprobación, pase por un cierto proceso institucional.
- Usted plantea consagrar por ley a la comisión como entidad autónoma. ¿Puede ser también un ente nuevo?
- Podría ser una institución nueva, pero tiene que haber una agencia en el Estado que, por así decirlo, asuma la evaluación de impacto. Es importante que los ministerios hagan esos informes de productividad.
No estoy diciendo que esta agencia se transforme en algo omnipresente que incluso ejecuta los informes de productividad, pero sí puede ser, entre otras muchas funciones, quien proponga una metodología y valide sus resultados.
- ¿En qué medida impacta en la institucionalidad del país esta controversia?
- Lo natural sería que evacuado este informe de productividad, fuera de tal nivel y de tal estándar metodológico que fuera reconocido por todos. Por eso es tan importante que haya una metodología preestablecida y que cuyos resultados sean validados por una agencia externa como podría ser la Comisión Nacional de Productividad.
Si hay una parte negativa en este debate, por así decirlo, sería en el fondo que algunos actores tratan de invalidar el informe de productividad y eso no es positivo. Entonces, si hubiera sido el caso -por ejemplo- de que todos hubieran conocido la metodología, todos hubieran sabido que esa metolodogía fue propuesta por la Comisión Nacional de Productividad y los resultados del informe hubieran sido validados por la comisión . Y supongamos que esa comisión hubiera sido una entidad establecida por ley que goce de beneficio técnico, no se habría producido esta discusión de si el informe de productividad es válido o no.
- ¿Qué le parece el manejo político que se ha dado?
- El debate que se produjo tiene la parte positiva que hace evidente el requerimiento que estos informes de productividad tengan una metodología reconocida por todos, lo cual requiere que esa metodología sea validada por una agencia externa. Y la parte negativa, de que no está validado por una entidad que sea respetada por todos los sectores. El debate que se ha producido tiene esa lectura positiva -me quedo con ella- de visibilizar el requerimiento de modernizar la institucionalidad para diseñar y promulgar leyes en Chile. Y la parte negativa es que se ha hecho visible un déficit, porque hay un debate sobre la validez del informe, no necesariamente sobre sus resultados.
"Los gobiernos no se pueden congelar porque haya un proceso electoral"
- ¿Ve que la presentación del proyecto de pensiones pueda tener algún impacto en la carrera presidencial?
- Por un lado, los gobiernos no se pueden congelar porque haya un proceso electoral. Pero al mismo tiempo, debemos decir que una reforma compleja como la de pensiones requiere un debate, una reflexión profunda que no puede ser acelerada por razones electorales. No se pueden congelar los gobiernos, tienen que seguir proponiendo iniciativas, pero tenemos que tener todos los actores responsabilidad de someter una política pública relevante y compleja, como la modificación al sistema de pensiones, a un debate profundo tanto con un componente político como técnico.
- ¿Pero le servirá en términos políticos al oficialismo la presentación de este proyecto?
- No me quiero meter en esa especulación. Lo que sí puedo decir es que los gobiernos no se congelan. Por otro lado, quiero destacar la importancia de debatir profundamente y en forma reflexiva este proyecto de ley. No podemos en el fondo repetir en la reforma de pensiones el error de la reforma tributaria, que claramente hay consenso transversal que fue procesada con más premura que reflexión.