Las pistas para desentrañar la carrera presidencial y el paso de los partidos para conquistar el próximo parlamento
Pepe Auth analiza los desafíos que plantea la jornada del próximo 16 de noviembre de 2025, incluido quién sucederá a Boric, la elección de una nueva Cámara y la mitad del Senado.
Por: Rodolfo Carrasco | Publicado: Lunes 16 de diciembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Los chilenos volverán a las urnas el próximo año. Para el domingo 16 de noviembre está prevista la elección de quien sucederá en la presidencia a Gabriel Boric, correspondiéndole el período que va entre 2026 y 2030; y, en caso de no haber un ganador con un 50%+1, una segunda vuelta un mes después, el domingo 14 de diciembre.
A esta definición se sumará el parlamento, que renovará por completo la Cámara de Diputados y una parte del Senado. En este último caso, se trata de 23 representantes de las circunscripciones I, II, IV, VI, IX, XI y XIV.
¿Qué esperar ante dicho escenario? Esa fue la pregunta para el exdiputado, sociólogo y experto electoral, Pepe Auth, quien identificó los desafíos que se presentan para el Gobierno y la definición de candidatos, tanto en el oficialismo como la derecha, además de las dificultades para conformar listas de aspirantes al parlamento en ambos sectores y qué tan fragmentado podría ser el próximo Congreso.
“No hay ninguna duda que el electorado que opte por Kast en primera vuelta va luego a alinearse con Matthei, porque el primerísimo rasgo de identidad de los republicanos es anti-izquierda, y en concreto, anti Boric”, señala Auth.
En conclusión, hay ocho dimensiones a tener en cuenta:
1Conformación de listas
Un aspecto clave, señala Auth, es la manera en que se van a estructurar las listas que competirán de cara a una o a las dos carreras. Y aquí, sostiene que la pregunta es cuántas tendrá la oposición y si el Gobierno consigue o no de ir en una.
Ambas consideraciones, señala, son fundamentales en el resultado.
“Si la oposición, por ejemplo, lleva más de dos listas, sería una ventaja para el Gobierno si logra estructurar una sola; y viceversa. Y esto, por supuesto, en consonancia con la candidatura presidencial. Porque en el sistema proporcional, el resultado parlamentario está íntimamente vinculado a la preferencia presidencial”, afirma.
A su juicio, “una cuestión fundamental es saber si el Gobierno conseguirá una candidatura presidencial razonable, que aspire a un 30% de votos; porque, de lo contrario, va a ser su naufragio parlamentario”.
Foto: Julio Casto
2La mejor opción presidencial la tiene la derecha
Respecto al desenlace de cara a la sucesión de Boric, Auth considera que si las cosas se mantienen como están, es decir, con los dos candidatos más fuertes en la derecha, ese sector tiene “una opción alta de ganar ambas cámaras por primera vez en su historia”.
Esa, afirma, “es la preocupación principal del Gobierno actual, que sabe lo difícil que es la opción de continuidad presidencial”.
El analista recuerda que en los últimos cuatro procesos electorales donde se ha elegido Presidente, el candidato opositor a la administración saliente ha sido el ganador. Es decir, explica, “hay una tendencia histórica que se ha repetido cuatro veces consecutivas. Lo que tienen en común Piñera uno, Bachelet dos, Piñera dos y Boric uno -no descarto que haya un segundo- es que todos representaban a la oposición y, por lo tanto, para romper esa constante ya repetida cuatro veces, tú necesitas una candidatura superlativa y, por ahora, esa opción está fuera del menú”.
3No es carrera corrida para Matthei
Contrario a lo que ocurre en el oficialismo donde no hay candidato, en la derecha corre con ventaja en las encuestas para llegar a La Moneda la exalcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.
Pero Auth señala que la exedil no se puede confiar. “En democracia nadie tiene una carrera corrida. Es obvio que tendría que cometer errores muy gruesos para no ganar”, expresa.
Y plantea que la única ventana de oportunidad que se le abre o se le entreabre al Gobierno es que José Antonio Kast, representante del mundo republicano, pasara a segunda vuelta con el candidato del oficialismo; y, entonces, se repitiera el escenario de 2021 y de diciembre de 2023, cuando en lugar de plebiscitar el nuevo texto constitucional, se plebiscitó de nuevo a Kast.
“No por casualidad el resultado fue idéntico al resultado de la segunda vuelta contra Boric. Ahora, eso es improbable. No es imposible, pero es improbable. Tendría que cometer muchos errores Chile Vamos y Evelyn Matthei”, opina Auth.
4Relación Chile Vamos y Republicanos
De todas formas, el exdiputado le pone paños fríos a la permanente tensión que se percibe entre Chile Vamos y el Partido Republicano: “Siempre ha existido, pero a la hora de las elecciones no se pierden y votan contra la izquierda”.
Ante esto, proyecta lo que podría pasar en una segunda vuelta presidencial: “No hay ninguna duda de que el electorado que opte por Kast en primera vuelta, va luego a alinearse con Matthei; el alineamiento al revés es más difícil o más incompleto, porque el primerísimo rasgo de identidad de los republicanos es anti-izquierda, y en concreto, anti Boric, por lo tanto, cualquiera candidatura que represente la continuidad de este Gobierno va a tener ese voto por Kast en la segunda vuelta de todas maneras”.
5Programas con ejes en crecimiento y orden público
A la hora de pensar en los programas presidenciales para la campaña de 2025, Auth considera que la elección se jugará en el eje del orden público y de la recuperación del crecimiento económico. “Eso sin duda, y por eso la derecha tiene una mejor opción”, plantea.
Si la elección se jugara como en la anterior en el eje de la igualdad y la justicia social, añade que la izquierda tiene más opciones. “Si uno mira las últimas cuatro elecciones, esto ha pasado de recuperación económica primero, luego igualdad, luego recuperación económica, luego igualdad; y ahora toca recuperación económica y orden público y en eso tiene ventaja competitiva la derecha”, precisa.
6Combatir la fragmentación
Auth advierte que el escenario electoral encuentra a los partidos muy dispersos -hoy totalizan 21 en el país-, lo que cree que es una decisión de las mismas colectividades afrontarlo. “Estoy bien impresionado de cómo el único partido que ha hecho algo contra la fragmentación es el Frente Amplio, que terminó convergiendo en un solo partido y era el que menos preocupado estaba de la fragmentación. En cambio, todos los que claman en contra de la fragmentación no hacen nada por combatirla”, dice.
Al mismo tiempo, se pregunta: “¿Qué está esperando la centroizquierda para converger en una sola gran formación política? o ¿Qué está esperando la centroderecha para converger en un Partido Popular a la española? Sin embargo, continúa su fragmentación. Ahora proponen una reforma al sistema político que -a mi juicio- no tiene viabilidad y que además no es la reforma adecuada”.
7Factor de los Independientes
Otro tema que saca al pizarrón el analista electoral son los independientes, que en la propuesta de reforma política que analiza el Senado deja al margen.
En este punto, advierte que la política no puede funcionar con 1/4 del Congreso con figuras independientes no alineadas fuera de pacto.
“Cada uno es un partido en sí mismo. Entonces, a la veintena de partidos le agregas casi 40 independientes y así no funciona. Tienes que elevar las barreras para la presentación de candidaturas independientes, tienes que generar incentivos para el comportamiento colectivo (...) Hoy día está todo orientado a los diputados en cuanto a individuos, es decir, todos los incentivos están puestos para el comportamiento individual y no para el comportamiento colectivo. No hay disciplina. Hasta los más militantes de las bancadas políticas se comportan como si fueran independientes”, argumenta.
8Partidos chicos
Auth alerta de que el tema de los partidos pequeños será otra dimensión -no fácil- en el escenario del próximo año. La reforma política propuesta por los senadores plantea como base el apoyo un 5% de votos a nivel nacional para que una colectividad pueda llegar al Congreso.
Pero, en su opinión, es “muy impopular” decirle a la gente que el candidato por el que votaron, por ejemplo, en Magallanes, puede ser primera mayoría, pero tiene la mala suerte de formar parte de un partido que no está en la Región Metropolitana y, por lo tanto, no consigue el 5% y le debe deja lugar a otro con menos apoyo.