La analista senior de estrategias de inversión de Vinci Compass, Carolina Abuauad, ve con buenos ojos las cifras de Cuentas Nacionales de 2024, publicadas por el Banco Central. Sobre todo por un fuerte último trimestre, en cuyo marco el Producto Interno Bruto (PIB) creció 4% anual, y mostró un buen desempeño de la demanda interna.
La economista espera que dicho impulso se traspase a lo que será este ejercicio.
“El 2024 yo te diría que se caracterizó bastante por una mejor demanda externa y minería, mientras que en el último trimestre ya ves una aceleración de la demanda interna, con un crecimiento del sector no minero que puede ser un poquito más saludable”.
- 2024 cierra con un crecimiento mejor al previsto. ¿Es sorpresivo?
- En general, son buenas noticias. Un 2024 que estuvo caracterizado por bastante variabilidad en las proyecciones de crecimiento, termina creciendo más que lo que a lo largo de todo el año esperamos. Pero creo que el cuarto trimestre en especial trae buenas noticias, porque es una historia muy distinta de lo que fue el año corrido. El 2024 se caracterizó bastante por una mejor demanda externa y minería, mientras que en el último trimestre ya ves una aceleración de la demanda interna, con un crecimiento del sector no minero que puede ser un poquito más saludable o por factores más locales.
- Y, en esa línea, ¿en qué pie quedamos para 2025?
- Es un buen impulso porque, en general, los últimos datos han tenido harto de “arrastre”, de una mantención de la velocidad de los datos anteriores. Entonces, esto nos da para entrar un poco a un 2025 con una mayor velocidad de crecimiento, con un impulso que puede extenderse, con un febrero que tuvimos ese apagón que a lo mejor no va a ser una cifra muy buena, pero este dato va a llevar al menos a mantener las proyecciones de crecimiento actuales para este año, o incluso algunos agentes podrían salir a revisarlas un poco al alza.
La minería puede seguir contribuyendo de manera importante y, de hecho, la inversión para este año se espera vuelva a crecer, luego de dos años consecutivos de contracción. Y, en este sentido, va a haber un apoyo importante de la inversión minera, que ha sido también la que ha aguantado o soportado esta caída de la inversión, pero ya se espera empezar a ver un poco más del sector no minero.
- ¿Qué tan riesgoso es el hecho de que las exportaciones fueron el motor de 2024 y ahora se ven amenazadas por la guerra comercial?
- El escenario global está bien complejo, y si bien nuestro principal socio comercial es China, el segundo es Estados Unidos. Y Chile, al ser una economía pequeña y abierta, al final queda muy sujeta a los vaivenes globales y a lo que pase en el mundo. Entonces, de todas maneras esto nos puede afectar en las exportaciones.
Si bien Chile tiene un tratado comercial con EEUU, no creo que sea uno de sus principales objetivos o víctimas. El gran impacto que podría percibir Chile sería si los aranceles contra China son tan significativos que generan una desaceleración importante en la economía china, pero hasta ahora ni nosotros ni el mercado está viendo eso.
Y lo otro son los aranceles de cobre que anunció Trump, que estaba evaluando. Estados Unidos es un destino importante de cobre para Chile, pero está muy lejos de ser China. Alrededor del 2% del PIB al año mandamos de cobre a EEUU, por lo que podría tener un impacto en la demanda de EEUU de nuestro cobre; pero, por otro lado, en general los aranceles presionan el precio al alza, entonces, hasta cierto punto se podría compensar ese efecto.
- El alza del cobre, ¿podría darle vuelo al PIB este año? Lo hemos visto sobre US$ 4 la libra…
- Sí, de todas maneras. En general, las perspectivas para el cobre se mantienen bien positivas y acá hay factores cíclicos y factores más estructurales. Por el lado de lo cíclico, diría China, que ya se comprometió de nuevo a crecer un 5% este año, que eso mantiene una demanda bastante saludable; y factores un poco más estructurales, que hay un déficit de oferta de cobre a nivel global, y pensando en un mundo en que está atendiendo mucho más hacia las energías renovables, hacia los vehículos eléctricos, ese tema estructural también va a mantener relativamente alta la demanda de cobre.
- ¿Y una demanda interna más fuerte también es una buena señal para 2025?
- Depender un poco más de la actividad local, del sector no minero, nos mantiene un poco más ajeno a los vaivenes globales y ante un escenario global que se puede volver eventualmente cada vez más incierto y más volátil, las proyecciones de crecimiento de Chile para este año no sufrirían grandes correcciones en ese sentido.
- ¿El comercio será uno de los sectores fuertes este año?
- Creo que volverá a crecer a sus niveles históricos, porque 2023 fue un año muy malo.
Efectivamente, el aporte del turista, sobre todo el argentino, estuvo en enero, probablemente va a estar en febrero, pero también llega un punto en que en Argentina dejan de haber vacaciones, y vamos a ver esa presencia de turistas argentinos menos presente.